El joven debuta en solitario en su localidad natal
Villanueva del Ariscal sigue apostando por el talento joven en su XIX edición del Verano Cultural, y
en esta ocasión ha decidido darle la oportunidad a Alejandro De la Vega Rodríguez, un joven
ariscaleño que tiene un gran presente y futuro dentro del mundo del arte, más concretamente en el
mundo de la música, debido a que su inseparable compañero de actuaciones es el piano.
La relación de Alejandro con la música le viene desde muy pequeño, ya que con apenas siete años
comenzó a tocar instrumentos y a interesarse por el mundo de la música. Gran parte de su amor por
este arte lo tiene en la sangre, dado que su familia, por parte de padre, siempre ha estado muy
implicada y relacionada con la música; y, sin ir más lejos, su padre ha estado varios años en una
banda demúsica.
Alejandro empezó con ocho años en el conservatorio de Sanlúcar La Mayor y actualmente ha acabado
tercero de la ESO y tercero de conservatorio, aunque también da clases en Montequinto. Unos estudios
que desde muy pequeño ha querido hacer y poco a poco lo está consiguiendo, y su madre no duda que
los terminará.
La madre de Alejandro, Eva María Rodríguez, ha querido señalar que su familia siempre le ha apoyado
y que confía en su talento y su esfuerzo para que pueda llegar a donde él mismo se lo proponga. Eva
también ha apuntado que, como en todos los estudios, Alejandro ha tenido momentos de desánimo, pero
que tanto su familia como sus amigos no han dudado un momento en sentarse con el joven artista y
darle el apoyo necesario para que siguiera adelante.
Alejandro ha actuado en varios recitales y concursos, pero su primera vez en solitario fue en Dos
Hermanas, el pasado siete de abril, debido a que un antiguo profesor suyo de conservatorio le dio la
oportunidad de actuar en solitario, siendo una experiencia magnífica. Aunque tenía muchos nervios
por ser la primera vez, solventó la situación como un verdadero profesional, y el propio Alejandro
terminó el recital muy contento con su labor.
Este sábado 21 de julio, Alejandro actúa en un recital, de nuevo en solitario, para los vecinos de
su pueblo, Villanueva del Ariscal, en la Plaza Santísimo Sacramento, para el que lleva ensayando
mucho tiempo con la confianza de que sus vecinos puedan disfrutar de su música, ya que siente mucha
responsabilidad ante este reto. El joven destaca su ilusión y su deseo por estar a la altura, dado
el cariño que profesa a su localidad natal y a sus vecinos, y agradece al Ayuntamiento esta gran
oportunidad de tocar en casa.