La puesta al día de los documentos se está logrando gracias a la archivera de zona de la Diputación y personal propio
Villanueva del Ariscal carecía de documentos que acreditaran su pasado. El Ayuntamiento no tenía
archivo organizado, sino un cúmulo de papeles, libros, documentos y legajos en muy mal estado,
totalmente desordenados, sucios y hasta mal conservados. El equipo de gobierno que preside Martín
Torres se marcó como prioridad ponerlo al día, y para ello pidió ayuda a la Diputación Provincial de
Sevilla, que les envió a la archivera de zona, Nieves Martín, quien durante un día a la semana se
encarga de supervisar el trabajo que se va realizando y de marcar las pautas a seguir, ya que la
profesional da servicio también a Aznalcázar y a Castillo de las Guardas.
Para que su trabajo tuviera continuidad, el Consistorio contrató de manera continuada a Carlos
Chacón, que es el encargado de ir clasificando y ordenando toda la documentación bajo la supervisión
y el criterio de la archivera de zona. Y es que la propia Diputación puso como condición este
refuerzo, pues a priori Villanueva del Ariscal no podía recibir asistencia ante el estado de
suciedad, mala conservación y abandono de los legajos con que se contaba.
El trabajo realizado por ambos profesionales ha sido muy importante, hasta el punto de que en un año
han clasificado la misma cantidad de legajos y documentos que había a lo largo de la historia del
archivo, cerca de 2000. Y eso que en el espacio asignado, un nuevo emplazamiento más amplio,
completamente reformado, en unas dependencias municipales situadas enfrente del Ayuntamiento, hay
estanterías de nueva adquisición y es más fácil la clasificación. “Tenemos documentos desde el siglo
XIX a nuestros días, algunos son aislados y otros tienen continuidad”, explican los archiveros,
quienes destacan la implicación y apuesta decidida del equipo de gobierno y de la Delegación de
Cultura por poner en valor la historia de Villanueva, un apoyo sin el cual, nada hubiera sido
posible.
El principal aspecto a destacar es el afán por poner al día la memoria histórica de la localidad:
las actas de pleno, los padrones, expedientes importantes, actas de intervención… Todo estaba
mezclado y muchos han estado a punto de perderse por la mala conservación, dado que no se había
mostrado interés por conservar todos estos documentos, a pesar de poderse reconstruir, a través de
ellos, la historia local.
En el año 86 hubo un primer intento por empezar a organizar documentación, pero se paró, y en los
años 94 y 95 se volvió a continuar el trabajo. Fue de 2002 a 2004 cuando se retomó una tercera fase,
y en 2017 la que de verdad ha puesto en orden gran parte de los documentos, un total de 1761 legajos
entre libros, actas y documentos como tales. Aunque aún queda mucho por actualizar y los problemas a
los que se enfrentan son continuos, con discos informáticos que no se leen, papeles en mal estado,
cajas con material desordenado y un largo etcétera, lo conseguido es muy importante. Y dado que ya
se está informatizando toda la nueva documentación que se genera con la administración electrónica,
el Ayuntamiento confía en que a medio plazo, Villanueva podrá tener ordenada y totalmente
clasificada su memora histórica, esa que ayudará a los ariscaleños a sentirse un poco más dueños y,
sobre todo, muy orgullosos, de su pasado.